Cuando toca decir que no a un cliente

 

Todas las empresas buscan lo mismo: clientes y más clientes, por eso a veces sorprende cuándo una compañía rechaza la posibilidad de captar uno nuevo. No obstante es algo que pasa bastante a menudo y el mundo de la comunicación no es ajeno a ello. Por ello en Agenciasdecomunicacion.org hemos querido resumir las principales razones por las que los expertos deciden retirarse y no aceptar determinados clientes:

  • Un presupuesto insuficiente o poco realista para las necesidades de la marca
  • El cliente no muestra confianza en el poder de la comunicación, ni valora el servicio
  • La empresa contrata a una agencia «sólo por probar«.
  • Falta de feeling. Una agencia de comunicación debe entender al dedillo la filosofía y los valores así como el modus operandi y los productos que ofrece la empresa a la que representa. Cuándo esto no pasa o cuándo no llega el entendimiento a nivel personal, es mejor retirarse, ya que estamos hablando de una relación que debe de ser muy estrecha y regular.
  • La competencia. Contar en cartera con un cliente similar hace que las agencias tengan que rechazar proyectos.

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Otras veces la negativa de la agencia llega cuándo ya ha empezado a trabajar con el cliente. En esas situaciones el no suele aparecer porque es una empresa conflictiva, porque no cumple con los pagos, porque no se implica en el proyecto o porque el feeling se ha acabado. Pero también hay otras razones:

  • El interlocutor con la agencia deja de serlo. Es decir empieza a viajar mucho, va saturado de trabajo, no responde a emails ni llamadas y hace que los expertos en comunicación no puedan realizar su trabajo de forma eficiente.
  • Se plantea un cambio de estrategia y la compañía no la acepta. En comunicación no hay nada estable, a diario surgen nuevas tendencias, plataformas y necesidades que obligan a las marcas a adaptarse al mercado. Pero cuándo una empresa no acepta la rapidez de estos cambios, no acepta consejos y prefiere seguir enrocada en fórmulas que hasta ahora daban resultado la relación con su agencia se rompe.
  • Se pide un aumento de los servicios a un mismo precio.
  • La empresa no escucha y se empeña en marcar ella las directrices de la estrategia comunicativa.
  • Rechazan aparecer en medios de comunicación por pudor, porque ese medio en concreto no les agrada o no les apetece. Estas negativas acaban afectando al relación de la agencia con los periodistas, algo que un profesional de la comunicación no se puede permitir ya que parte de sus éxitos reside en las publicaciones que logren y no pueden arriesgarse a quemar este punto y que los medios veten a la agencia por poco profesional afectando así a las relaciones con sus otros clientes.

 

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