El principal error de las web corporativas: el EGO

 

El 80% de las empresas españolas reconocen estar inmersas en un proceso de transformación digital y el 87,2% dispone de una web responsive, según datos del Barómetro Digital elaborado por la Asociación Española de Anunciantes (AEA) junto a la escuela de negocios ISDI. Si nos fijamos en ecommerce, su facturación en España durante el segundo trimestre de 2017 aumentó un 23,4% respecto al mismo periodo del año anterior y alcanzó una cifra de negocio total superior a los 7.300 millones de euros, según datos del portal de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC). Sin duda estamos inmersos en la Era Digital y nuestras empresas quieren digitalizarse pero… ¿lo están haciendo bien?

Hemos analizado muchas webs y ecommerces españolas y podemos asegurar que, si nos fijamos en su contenido, la gran mayoría suspende o tiene un aprobado muy justo. ¿En qué fallan? ¿Cuál es su principal error? Su EGO EMPRESARIAL.

Dar prioridad a quiénes somos, este es nuestro organigrama y mira qué bien lo hacemos únicamente sirve para alimentar el ego de la propia empresa y su cúpula directiva. ¿Tú como consumidor necesitas eso? ¡Yo no! Para qué quiero saber quién es el director de la empresa en la que me ha gustado un vestido si no encuentro en toda la web en qué colores puedo comprarme dicho vestido. A mí como cliente no me aporta nada, estoy segura que al resto tampoco.

La clave para contar con una web de éxito es diseñarla pensando en el usuario y cómo le puede ser útil. Además tiene que adaptarse a los hábitos de los consumidores. Los dispositivos móviles ya han superado al ordenador como principal acceso a Internet en España y, según Google, una ecommerce pierde el 53% de los usuarios si no se carga en menos de 3 segundos.

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El tiempo de carga y que el diseño se adapte a smartphones y tablets son ya requisitos imprescindibles para cualquier web. Por supuesto hay que crearlas pensando en nuestro público. Un ejemplo muy común entre los profesionales de la comunicación es la web de Gallina Blanca. Si entras comprobarás que no hay un quién somos, ni un organigrama de la dirección, ni siquiera un portfolio con sus productos; es pura y dura información ÚTIL para sus posibles clientes. ¡Hacía ahí deben ir las webs empresariales!

Os podemos asegurar que estos errores son comunes tanto en grandes empresas internacionales como en PYMES, autónomos o microempresas. No obstante, nuestra experiencia ha confirmado que los jóvenes emprendedores están más abiertos a eliminar de sus webs información corporativa para dar prioridad a las necesidades de los usuarios.

La comunicación corporativa siempre se ha caracterizado por ser unidireccional pero la Era Digital ha cambiado las reglas de juego y ahora el feedback es casi inmediato. Esto obliga a las empresas a pensar en los usuarios y a escucharlos. Tristemente para muchas es una asignatura pendiente por la falta de costumbre.

Podemos destacar 5 grandes retos para que las empresas mejoren sus webs corporativas: mejorar la experiencia de comprador/usuario, contar con una web responsive, incrementar la velocidad de carga de la página, trabajar el SEO y el SEM a partes iguales y bajar el número de peticiones HTTP para que sea inferior a 75 por sesión.

 

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