El gran error de la comunicación interna: el trabajador no se identifica con la empresa (II)

 

Empatía entre la empresa y sus trabajadores

Cuando el empleado no se siente parte de la empresa, no comparte sus valores y existe un cierto desapego de la marca supone un grave problema para la comunicación interna de la compañía. Hace unos días ya introdujimos este tema pero es tan amplio que aún nos quedaron algunos trazos que analizar… ¡vamos con ellos!

Los seres humanos somos selectivos por naturaleza, prestamos atención a aquellos mensajes que más se acercan a nuestra experiencia, personalidad, gustos, lifestyle, etc. En otras palabras, buscamos la identificación y para que esto ocurra las empresas tienen que centrar sus esfuerzos en intentar conocer a su equipo. Todos sabemos, está demostrado, que las emociones son la vía más directa para lograr este reconocimiento y sólo se llega a ellas conociendo bien a quién nos dirigimos y sus intereses.

En las grandes empresas, muchos CEO, presidentes o directivos pensarán que es imposible establecer una comunicación directa, emocional y personalizada con cada uno de sus empeados y… ¡tienen razón! Pero para eso existe la organización por áreas, departamentos, equipos… se pueden establecer estrategias por grupos en los que, por un lado, se fomente la participación y la escucha por parte de la empresa y, por otro, se observen sus hábitos y formas de trabajar para adaptar la comunicación interna a cada uno de ellos. De esta forma, se podrán crear historias próximas a su realidad que les interesen y enganche, que sean de su interés y compatible con su forma de vida.

 

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Esto puede parecer muy complicado pero, en realidad, no lo es tanto y todas las empresas lo han hecho para sus consumidores, que no sus trabajadores. ¿Verdad que cuando lanzamos un producto o servicio al mercado tenemos en cuenta los diferentes públicos objetivos a los que nos enfrentamos? Pues en comunicación interna es exactamente lo mismo, hay que hacer igual, detectar los grupos a quienes nos dirigimos.

Puede que seamos una sola empresa pero está formada por muchas personas, cada una de ellas diferentes en función de su edad, sexo, ideología, gustos, experiencias, lifestyle… Cuanto más las conozcamos individualmente, mejor las podremos clasificar en grupos y adaptar los mensajes a cada uno de ellos.

No podemos olvidar que es imprescindible que la comunicación interna intente averiguar cuáles son las aspiraciones, motivaciones y sueños de los empleados. Sólo así se podrán aplicar prácticas comunicativas que logren generar empatía e identificación entre empresa y trabajadores.

Conectar a través de la experiencia

Si generamos experiencias positivas alrededor de la marca, no sólo lograremos la conexión del empleado sino que, de forma voluntaria compartirá esta realidad, repercutiendo positivamente en su actitud a la hora de trabajar y, asimismo, la imagen de marca, tanto de puertas para dentro como para fuera, se verá reforzada.

Existen diferentes acciones en grupo que pueden ayudar a cohesionar equipos y a conocer mejor a sus integrantes. Desde actividades al aire libre, hasta sesiones en la oficina en las que a través del juego el trabajador se sienta cómodo y explique cómo se siente, qué espera de la empresa o en qué le decepciona sin ser casi consciente de ello.

Eso sin olvidar que las NNTT nos pueden ayudar a crear dinámicas divertidas y sorprendentes que refuercen el mensaje y conecten con los empleados. Estamos hablando de herramientas como la realidad aumentada o la gamificación, pero es que incluso los juegos más tradicionales como el del teléfono o el parchís o el Monopoly nos pueden ayudar a descubrir facetas de nuestros trabajadores que desconocíamos.

 

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