Un ejemplo de product placement bien hecho o los coches de La la land

Tras hacer historia por 11 nominaciones, un sí pero no a la ‘Mejor Película’ por un error ha hecho que La la land se haya convertido en la protagonista de la ceremonia de los Oscar. La primera escena de este musical tiene lugar en un atascazo en la Century Freeway (o Interestatal 105) al sur de Los Ángeles. La razón es que el coche es imprescindible para desplazarse en esta ciudad que apenas tiene transporte público, de ahí que Los Ángeles tenga la tasa de propiedad de vehículos más alta del mundo, 1 por cada 1,8 habitantes.

Traffic, que así se llama el primer número, convierte el atasco en un baile sobre decenas de coches. “Cuando uno está en el coche, ¿qué hace? Pone música o sueña. Cada soñador tiene un sueño, cada persona vive su propia canción. Estás en una burbuja, en tu musical. Es el sitio perfecto para que dos soñadores como Sebastian y Mia (pareja protagonista) se conozcan. Las radios de los coches crean un fondo musical y todos los que están en la autopista se unen poco a poco al momento”, dice el director de la película, Damien Chazelle.

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Tras la super-coreografía sobre los coches (se pueden ver abollados en la película), vemos a Sebastian (Ryan Gosling) dentro de su Buick Riviera convertible color burdeo sin contagiarse del ambiente festivo e impaciente por avanzar. El vehículo de delante, un Toyota Prius II, lo conduce Mia (Emma Stone, ganadora del Oscar a Mejor Actriz) que no puede circular. ¿Por qué han elegido estos modelos precisamente? Es el viejo ejemplo de un product placement. 

Lo que en castellano se denomina ubicación de producto es una técnica que consiste en hacer menciones y/o mostrar productos en series de televisión, películas, videojuegos o videos musicales, para que en vez de lucir como publicidad, parezca que es parte de la historia.

En el caso de La la land, los cinéfilos pueden disfrutar de una de las joyas del parque automovilístico de Sebastian: el Buick Riviera, que está considerado uno de los coches más bonitos de la historia. Este deportivo fue fabricado por General Motors entre 1963 y 1999. El de la película es convertible, es decir, descapotable… una versión que apareció por primera vez en 1982. Un vehículo partícipe del homenaje que hace la película al cine clásico de Hollywood.

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El coche de Mia, un Toyota Prius II, es un híbrido gasolina-eléctrico que se ha convertido en uno de los más visibles representantes de estos vehículos. Con este coche, la película hace un guiño a la proliferación de híbrido de Toyota en Estados Unidos. En la escena de Traffic, que fue grabada en una sola secuencia, participaron modelos de cuatro marcas distintas Chevrolet, Dodge, Ford y Toyota. Las paredes de la oficina estaban cubiertas con notitas especificando la marca de cada coche y quién estaba en el techo de qué coche y qué coche debía ser reforzado. La logística fue monumental.

Otro momento automovilístico de La la land es cuando los protagonistas buscan aparcado el Toyota Prius II de Mia en Mulholland Drive que da lugar a uno de los números favoritos de Emma Stone: Duet. A lo largo de la película también se pueden ver BMW Serie 3 Cabrios, un Mercedes-Benz Clase C y dos Fiat, un 126 y un 500 L. Todo un ejemplo de product placement bien hecho.

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