Proxima Serveis Funeraris recupera parte del patrimonio histórico de la ciudad con la reforma de la nave modernista donde se ubica el Tanatorio de Sants

Después de un largo recorrido, habiendo iniciado el proyecto en enero de 2018, Proxima Serveis Funeraris inicia su actividad en el Tanatorio de Sants el pasado mes de agosto, tras la concesión de la licencia de actividad funeraria e inauguración de las instalaciones. El tanatorio, ubicado en el distrito de Sants-Montjüic, en pleno centro de la ciudad metropolitana, ofrece un servicio de proximidad a las familias, con un trato cercano y personalizado, en unas instalaciones modernas, acogedoras e inmejorables.

Gracias al cambio legislativo aprobado en diciembre de 2017, que simplifica los requisitos de acceso y pretende permitir la entrada de nuevos operadores funerarios en el sector, con la intención de aumentar la competitividad y lograr abaratar los precios, se constituye Proxima: un operador funerario cercano, transparente y profesional. De esta forma, se pone fin al duopolio funerario existente en la ciudad desde 2006, y se da un paso más hacia la libre competencia.

El nuevo tanatorio, ubicado en la antigua fábrica de los Germans Climent, dispone de 4 salas de vela, una amplia sala de ceremonias de doble altura, y un diseño cálido y hogareño, utilizando elementos de madera, vegetación y luz natural. Gracias al tamaño del tanatorio, se ofrece excelencia y personalización en el trato a todos sus usuarios, a la par que unas tarifas transparentes y ajustadas a las necesidades de cada cliente.

El proyecto arquitectónico desarrollado por el despacho MIRAG Arquitectura, incluye la recuperación y rehabilitación de un edificio histórico que está catalogado como patrimonio cultural de la ciudad. La intervención llevada a cabo, en coordinación con el Departamento de Patrimonio Histórico de la Ciudad de Barcelona, busca respetar la arquitectura original del edificio y volver a dar vida a esta nave industrial modernista, diseñada por el arquitecto Modest Feu i Estrada en el año 1925, haciendo visibles y de nuevo protagonistas, sus elementos más singulares, la cubierta y sus cerchas y la ausencia de pilares, algo novedoso en la época.

MIRAG Arquitectura presenta para el Tanatorio de Sants un proyecto de carácter singular, dado que se trata de la construcción de un edificio dentro del edificio existente, la nave de la antigua fábrica de los Germans Climent, que actúa como contenedor, donde la cubierta original de madera y sus arcos, actúan como un cielo protector, convirtiendo la nave en la verdadera protagonista de la propuesta arquitectónica, y además respetando la arquitectura original del edificio, del que se han recuperado también ventanas, fachadas y lucernarios.

La nueva edificación del Tanatorio, que se sitúa en el interior de manera longitudinal a lo largo de toda la nave, permite con esta disposición, que la cubierta se pueda apreciar en toda su longitud y dimensión, dando protagonismo a estos elementos. En la propuesta de MIRAG Arquitectura, predominan las formas curvas, los colores claros y uniformes, para dotar a la instalación de calidez, elegancia y sosiego. La recuperación de la madera original de la cubierta y el tono algo más oscuro de sus bóvedas, contrastan con la propuesta de colores más claros del resto de volúmenes, dando un toque industrial al proyecto, y de nuevo aportando calidez a la instalación.

Toda la construcción se ha ejecutado en madera, tanto para la estructura como para los acabados principales, de forma que, a futuro, la propuesta podría desmontarse y dejar intacto el patrimonio histórico. Los tabiques principales de las salas de vela se trazan de forma sinuosa, con curvas, para asemejarse a una escultura atemporal y con formas orgánicas que acogen a los usuarios de la instalación. Por el contrario, los volúmenes de las oficinas y la sala de ceremonias son formas geométricas más puras, ligadas a la espiritualidad. Con el conjunto de estas decisiones, se consigue que la nueva edificación contraste con la original, sin restarle todo el protagonismo que merece.

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