Mi hijo está cansado… ¿debo preocuparme?

 

  • 3 de cada 10 niños menores de 6 años sufren trastornos del sueño: pesadillas, despertares nocturnos, dificultad para conciliar el sueño…
  • Una alimentación sana, horarios controlados, rutinas para ir a dormir y suplementos alimenticios ayudan a superar la fatiga y el cansancio
  • Jarabes de vitaminas y minerales como VITA J y NOCTIVANCE J aportan un extra contra el cansancio, la fatiga y la dificultad para conciliar el sueño

 

child-1713177_1920Barcelona, 29 de octubre de 2016.- Tras superar el primer mes de clases escolares y extraescolares, muchos niños comienzan a mostrar signos de cansancio debido a un ritmo de vida intenso y/o a la falta de sueño, bien porque duerman poco o lo hagan en malas condiciones. Ante estas causas de fatiga infantil, no existen medicamentos pero sí se pueden mejorar con una alimentación adecuada, unos horarios controlados y suplementos alimenticios.

Actualmente los niños tienen un horario tan apretado como el de los adultos debido al colegio, las clases extraescolares, los deberes y, por supuesto, el juego, que no puede faltar en su día a día. Además, a esto sumamos que los fines de semana, en vez de descansar, tienen fiestas de cumpleaños, partidos de fútbol o baloncesto, acampadas o escapadas de unos días. Con tanta actividad es normal que les falte energía. En el mercado existen productos que les aportan un extra de vitaminas y minerales para ayudarles a llevar mejor tanta actividad

Uno de esos complejos vitamínicos es VITA J, un nuevo suplemento de YSONUT, laboratorio especialista en Nutrición-Salud. VITA J contiene 12 vitaminas (C, B1-B2-B3-B5-B6-B8-B9-B12, D, A y E) y 6 minerales (Zinc, Hierro, Magnesio, Yodo, Cromo y Cobre). Con sabor a frutos rojos/manzana, el jarabe ha sido desarrollado para niños de entre 2 y 11 años con el objetivo de aportarles vitalidad y energía.

“La vitamina C aporta energía y vitalidad al cuerpo, mientras que las B1-B2-B3-B5-B6-B8-B9-B12 contribuyen al equilibrio nervioso y a reducir la fatiga. Por su parte, la vitamina D preserva la inmunidad de los más pequeños y las A y E ayudan a la protección de las células. Un aporte extra de estas vitaminas y de minerales  ayuda a disminuir el cansancio en general, pero más específicamente en periodos escolares más intensos, tras una convalecencia o medicación por enfermedad, si tiene falta de apetito o para niños deportistas”, explica el doctor Carlos Jarne, Postgrado Universitario en Micronutrición.

baby-583825_1920Entre un 25 y un 30% de los niños menores de 6 años padecen trastornos de sueño. Dormir poco o mal puede provocar alteraciones de carácter y dificultades en el aprendizaje, lo que influye directamente en el día a día de los pequeños. Tener dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos o pesadillas puede tener consecuencias durante la actividad diaria del niño y sus padres.

“El sueño es primordial, ya que desempeña un papel reparador del organismo y participa en las fases de aprendizaje y memorización. Además, cuando los niños duermen, sus cuerpos segregan las hormonas de crecimiento. Debemos instaurar una rutina del sueño para que los pequeños sepan cuándo es el momento de ir a dormir, pero a veces no es suficiente y un suplemento puede ayudar a descansar mejor”, manifiesta el doctor Jarne.

En las farmacias podemos encontrar productos como NOCTIVANCE J, para niños de entre 2 y 11 años con vitaminas B2-B3-B5-B6-B8-B12, Magnesio y 4 extractos de plantas. La Escholtzia mejora la calidad del sueño, la Melisa y el Tilo ayudan a conciliar el sueño y actúan como antiespasmódicos y la Lavanda favorece la relajación. El Magnesio y las vitaminas ayudan a equilibrar el sistema nervioso y contribuyen a reducir el nerviosismo, la agitación y la angustia. Este jarabe con sabor a naranja facilita la conciliación del sueño, mejorando su calidad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la nutrición es esencial para la supervivencia, el crecimiento físico, el desarrollo mental, el rendimiento del individuo, la productividad, la salud y el bienestar durante toda la vida. Desde las primeras fases del desarrollo fetal, en el nacimiento, durante los primeros años, la infancia, la adolescencia y la edad adulta”.

 

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