Convertirse en promotor, el último negocio rentable de la inversión inmobiliaria

La excelente rentabilidad que ofrece el sector inmobiliario sigue generando fórmulas para acceder al negocio de la promoción inmobiliaria y la empresa White Real Estate (WRE), bajo su marca White Investing, lo sabe. Más allá de las SOCIMIs y de los fondos de inversión que cotizan en Bolsa existe un nicho de mercado orientado al inversor inmobiliario que busca realizar inversiones con una atractiva rentabilidad potencial, pero con cierto grado de seguridad.

 

Es por ello por lo que nació White Investing, que ha generado un modelo de gestión inmobiliario que permite, por una parte, al gestor, identificar mejor las oportunidades y, por otro lado, al inversor, entender perfectamente cómo se genera el beneficio y cuáles son los riesgos inherentes al negocio de la inversión inmobiliaria.

 

“Estamos orgullosos de poder sentarnos con nuestro cliente o inversor en cualquier momento y explicarles, no sólo la evolución del negocio, sino también en qué estado se encuentra su inversión, en definitiva, se trata de transmitir transparencia en un tipo de activo que hasta ahora ha ‘pecado’ de extrema opacidad”, explica Jose Solero Vázquez, CEO de White Real Estate.

 

En este escenario, la compañía valenciana, que prevé alcanzar una facturación de 1,2 millones de euros en 2019, ha creado una nueva forma de inversión inmobiliaria, que permite dar acceso a los inversores a unos bienes raíces con un nivel técnico muy elevado y así evitarles un proceso de gestión muy laborioso. Éste se puede resumir de la siguiente forma: en primer lugar, se identifica una oportunidad, que viene definida principalmente por precio, producto y ubicación. Si la combinación de dichas variables genera unos niveles de rentabilidad adecuados, se entra en un proceso de ‘funding’ del proyecto en base a unas necesidades de capital previamente identificadas, para lo cual se crea una sociedad vehículo ‘ad hoc’ al cual se incorporará el inversor inmobiliario en función de su participación en el negocio.

 

“Una vez se ha completado la etapa anterior, entramos en el proceso puramente inmobiliario, que contará con sus propias fases en función del tipo de activo y que se alargará en el tiempo, también de acuerdo con esa tipología. Por último y muy importante, es que el inversor sale del vehículo de inversión, de modo que su exposición al mercado inmobiliario se ha reducido a una expresión meramente financiera”, mantiene el CEO de White Real Estate.

 

Con esto podemos decir que el modelo de negocio propuesto por White Real Estate ha hecho más fácil el acceso a la inversión inmobiliaria sin llegar a popularizarla como el modelo de crowdfunding inmobiliario.

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