Una mala reputación puede hundir a una empresa

pair-707505_640Las empresas pueden crear una imagen de marca pero eso no quiere decir que la reputación que luego cosechen entre los ciudadanos coincida en características y valores. La razón es sencilla, mientras que en el primer caso la compañía es quién dirige el «nacimiento» y lo controla a través de acciones de marketing y publicidad, en el segundo entran en juego los consumidores. El cliente con sus comentarios y opiniones también influye en cómo es la reputación de una marca y sobre todo esto es así desde la llegada de internet y las redes sociales. Ahora cualquiera puede valorar, criticar o recomendar un determinado producto o servicio, explicar su experiencia con él en foros, blogs, webs, etc. y todo esto acabar repercutiendo en el prestigio de una compañía.

 

 
Dicho esto es evidente que una mala gestión de la reputación de una marca puede influir muy negativamente en el desarrollo de su negocio, ya que puede generar desconfianza en la marca y percepciones que a veces poco tienen que ver con el global de la compañía pero que se han motivado por experiencias negativas y a veces puntuales de los usuarios.

 

 
El afecto que el consumidor puede llegar a sentir por una empresa es un sentimiento muy difícil de generar pero fácil de perder. En este sentido en Agenciasdecomunicacion.org siempre recomendamos a las compañías que no centren en vigilar cada coma de su discurso  y entiendan la comunicación como un todo que engloba también lo que no se dice y lo que opinan terceras personas.

 
Adiós a la pereza

La gran proyección pública que permiten los social media hace que algunas marcas se obsesionen por lanzar mensajes de forma continua pero a la vez no dedican ni un sólo minuto a leer los comentarios de los usuarios o a contestar a sus preguntas. Una buena reputación digital se construye teniendo muy presente a las personas que te van a leer, si esta premisa no se cumple se produce un distanciamiento con la marca y no se llega a fidelizar al cliente.

 

 
Una forma de conseguir una reputación online positiva es olvidarse de promocionar a cada segundo los productos que fabrica nuestra compañía y crear contenidos interesantes para nuestros seguidores. Mostrar que queremos ir más allá de la venta, que nos preocupamos por ellos.

 

 
Además una mala reputación puede acabar afectando evolución interna de la empresa. Por ejemplo, a una compañía que no tenga buena fama le puede costar cerrar acuerdos de colaboración con empresas de su mismo sector e incluso puede encontrar dificultades a la hora de captar talento o retenerlo.

 

 
En resumen, las compañías con una mala reputación que no pongan medidas para solventarlo están destinadas a desaparecer del mercado. Sus propios usuarios les echarán.

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