Las empresas empiezan a valorar la figura del intraemprendedor

group-42917_640El intraemprendedor  o el emprendedor corporativo está ampliando su peso dentro de las empresas cada vez menos reacias a escuchar las ideas de sus trabajadores y más receptivas a impulsar su aplicación. Al menos así lo revela un estudio de la escuela Spain Business School que apunta que el 40% de los emprendedores del futuro será intraemprendedor.

 
La posibilidad de crear y desarrollar proyectos dentro de una compañía ya formada es una gran ventaja para los emprendedores, puesto que pueden dejar volar sus ideas con el colchón que supone tener detrás una seguridad laboral y sin tener que enfrentarse a las trabas burocráticas que de salir al mercado en solitario. Por su parte la empresa gana, ya que no sólo mejora su capacidad innovadora, sino que fideliza a sus trabajadores y se asegura que estén motivados en pro de su negocio.

 
Ojos abierto
Un intraemprendedor es una persona creativa, abierta y muy receptiva, puesto que una de sus principales tareas es la de identificar oportunidades que permitan aumentar el valor de su empresa. Esto requiere que el trabajador sea capaz de desarrollar sus tareas de forma autónoma, tenga capacidad de decisión, asuma riesgos, tenga curiosidad y sobre todo sienta pasión por su trabajo. Un sentimiento que sin duda debe de estar motivado y cuidado por sus superiores.

 
En este sentido, es imprescindible que la comunicación interna funcione perfectamente dentro de la compañía. Los jefes han de saber qué hace cada trabajador sin caer en el control excesivo, más bien debe de ser una supervisión que deje libertad de movimientos al empleado. También es muy importante que las personas que están al cargo demuestren su confianza en el intraemprendedor y le apoyen, aún cuándo los resultados no son los esperados.

 
Una agencia de comunicación puede ayudar a las marcas a conseguir este clima favorable para la evolución de la emprendeduría corporativa. Un escenario en el que es necesario  que  la figura del líder coaching es imprescindible y sepa cómo gestionar el talento de su plantilla y cómo comunicarse con ella. No basta con una reunión al mes, hay que ir más allá para motivar y saber desarrollar todo el potencial interno que tiene un emprendedor.
Por otro lado es muy importante que las compañías reconozcan internamente estos méritos, puesto que así no sólo harán feliz al intraemprendedor, sino que provocarán que otros empleados aumenten su interés por la innovación y quizás quieran lanzarse a la piscina del emprendimiento. ¡El futuro puede ser de los intraemprendedores!

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