Trastornos digestivos funcionales: ¿cómo tratar una enfermedad que afecta a más del 32% de niños y adolescentes?

El aparato digestivo se encarga de una importante misión: conseguir una correcta digestión para aprovechar todos los nutrientes que los niños ingieren por medio de una alimentación equilibrada. Sin embargo, cada vez son más frecuentes los trastornos digestivos funcionales (TFGI) en niños, un trastorno común con fuertes implicaciones para el niño y su familia y que constituyen más del 50% de las consultas en guardias y a pediatras.

Los expertos señalan que este tipo de trastornos tienen serias consecuencias y están asociados a una baja calidad de vida, estrés psicológico, absentismo escolar y una actividad física y social pobre.

“Estos trastornos digestivos funcionales son uno de los motivos de consulta más frecuente en niños (lactantes, preescolares y escolares), así como en adolescentes. Los TFGI son enfermedades muy comunes durante toda la etapa pediátrica, radicando su importancia en el impacto que generan tanto en la calidad de vida del niño como en la del entorno familiar”, explica la doctora Ana Isabel Ortiz, gerente del Área de Salud de Grupo Farmasierra.

La doctora Ortiz apunta que “aunque no son graves, pueden causar sufrimiento tanto físico como emocional” y destaca que “no se pueden atribuir a una causa orgánica y su diagnóstico se realiza mediante criterios que combinan síntomas gastrointestinales (crónicos o recurrentes)”. Algo que apoya un estudio realizado en Madrid por la Unidad de Gastroenterología Pediátrica del Hospital Universitario de Fuenlabrada recoge que en menores de 16 años la frecuencia de los trastornos gastrointestinales funcionales en niños según Criterios Roma IV asciende al 32,4%.

De los casos recogidos en la investigación, los expertos indican que ésta asciende al 40,3% en los mayores de 4 años, aunque se sospecha que en realidad se corresponde con el 53,2% de los pacientes tratados. En cuanto al género, este estudio destaca la prevalencia de los TFGI en las niñas (49,7%) frente a los niños con una edad media de 9,8 años; mientras que el tiempo medio de síntomas hasta el diagnóstico fue de 7 meses con rango de 1-150 meses. Por otro lado, el informe señala que el TFGI más frecuente es el dolor abdominal funcional no especificado (29%), seguido de la dispepsia funcional (28,4%), del estreñimiento (16,8%) y del síndrome del intestino irritable (16,1%).

¿Cómo tratar entonces los trastornos funcionales gastrointestinales? No existe un remedio único en el tratamiento de los trastornos digestivos funcionales del niño y del adolescente, aunque el entendimiento por parte del niño y de sus padres de la naturaleza benigna y transitoria del proceso es clave en su manejo. Sí es cierto que existen productos que ayudan a manejar los síntomas como Children’s Alflorex, único probiótico para trastornos gastrointestinales en niños a partir de 3 años y adolescentes que contiene la cepa única 35624® de Bifidobacterium longum. Así, esta cepa contribuye a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal y a mejorar la salud intestinal de los niños con trastornos gastrointestinales funcionales asociados al dolor abdominal no especificado.

En concreto, la cepa actúa sobre la homeostasis intestinal, mejorando y fortaleciendo la barrera intestinal mediante su adhesión a las células epiteliales y al moco de la pared intestinal. De esta manera protege el intestino frente a la acción nociva e irritante de los agentes patógenos del intestino. “Hemos trasladado nuestra experiencia con Alflorex® para adultos a esta nueva forma de administración en sobres para solución oral con agradable sabor a vainilla, especialmente desarrollada para facilitar la toma a los menores entre los 3 y los 18 años”, apunta la doctora Ana Isabel Ortiz, gerente del Área de Salud de Grupo Farmasierra.

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