3 propósitos saludables para la tercera edad en el nuevo curso

Para conseguirlo se recomienda incluirlos en la rutina diaria

 

GIMNASIA lowBarcelona, 8 de octubre de 2016.- ¿Se ha cuestionado en alguna ocasión si el uso que le da a su tiempo libre es el correcto? Tras la llegada de las vacaciones algunos comienzan a organizar un nuevo horario para el curso y otros tienden a dar por hecho que el tiempo se ocupa por sí mismo. No es hasta pasado los meses cuando nos preguntamos si estaremos empleando correctamente el tiempo.

Lepant Residencial propone 3 hábitos saludables que nos podemos marcar como propósito para el nuevo curso y debemos incluir en nuestra rutina:

 

  1. Actividades físicas

Un clásico en la lista de buenos propósitos. “Es importante tener en cuenta que cuando hablamos de realizar actividad física, no debemos entenderlo como ‘apuntarse a un gimnasio’ o ‘hacer running’. Se recomienda realizar como mínimo media hora de actividad física al día, mejor si es una hora o dos. Si alguna vez te has preguntado por qué esto es así, la explicación es sencilla: los músculos, si no se ejercitan, se atrofian. A medida que envejecemos, la artritis, la lumbalgia, el dolor de rodillas o la rigidez acaban surgiendo inevitablemente. El truco está en retrasar estas dolencias lo máximo posible y si no llegan a aparecer, mejor”, explica Ariadna Martín Sánchez, Fisioterapeuta en Lepant Residencial.

Para conseguir cumplir este propósito, los expertos de Lepant Residencial recomiendan que cada uno encuentre la mejor forma de hacer ejercicio, siendo la que más le divierta y le haga sentir cómodo. Realizar estiramientos y/o ejercicios aeróbicos al levantarse por la mañana ayuda a ejercitar los músculos después de estar horas estirados en la cama, activando de esta manera el cuerpo. Bailar también es otro tipo de ejercicio que activa y anima al cuerpo (así como la mente y el ánimo). El ejercicio físico produce endorfinas, hormonas que generan una sensación de bienestar general, también se observan efectos a nivel físico y psicológico, disminuye el estrés y el insomnio, mejora la movilidad y tolerancia.

Otro tipo de ejercicio muy recomendable es la piscina, ya que hoy en día disponemos de muchas adaptadas a las necesidades del usuario en centros cercanos. En el agua, nuestro cuerpo se libera de la gravedad, y consecuentemente del peso, siendo más fácil la realización de múltiples movimientos, que fuera requerirían un esfuerzo considerable.

El caminar es muy importante y por ello aconsejamos ir a buscar el periódico no al sitio de enfrente sino buscar otro lugar un poquito más alejado, para así, poder ir aumentando nuestra tolerancia al ejercicio y ejercitar de esta forma los músculos.  Otros trucos son que en lugar de ir en transporte público o coche a diferentes lugares o quedadas con los amigos para tomar algo, es mejor habituarse a ir en bicicleta o caminando. Todo el ejercicio favorece especialmente a la circulación sanguínea y de todo el cuerpo en general. Si hay demasiada distancia, puede combinarse medio trayecto en transporte y, el resto del camino, andando.

 

  1. Trabajar la mente

imag3025‘Mens sana in corpore sano’, tan importante es mantener nuestro cuerpo lo más operativo posible como el lograr evitar perder nuestras capacidades mentales. Trabajar las diferentes áreas de nuestro cerebro nos ayudará, no solo a mantener nuestra mente más ágil sino también, a retrasar la aparición los síntomas de las demencias.

Un clásico de la actividad mental son los pasatiempos: autodefinidos, sopas de letras, sudokus… Otra alternativa son los cuadernos de ejercicios para adultos que presentan ejercicios pensados para una población adulta. Con ellos se trabajan todas las áreas de la mente, siempre de manera amena y accesible para todo tipo de públicos, e independientemente de la base educativa. Además de trabajar las áreas antes mencionadas, estos cuadernos ayudan al ejercicio del cálculo, la memoria episódica, las praxias de construcción y las gnosias. Se pueden conseguir fácilmente en librerías y farmacias.

Para quienes prefieren una actividad en grupo, instituciones públicas y privadas ofrecen talleres entre los que destacan cursos de idiomas, de manualidades (costura, pintura, bricolaje…) y talleres de memoria.

 

  1. Alimentación sana

Las prisas, la falta de tiempo y el presupuesto son las principales causas que impiden que podamos comer bien. Planificar los menús semanales ayudará a que podamos organizar un menú equilibrado además de optimizar el presupuesto. Escribiendo en un cuadro semanal los menús de comidas y cenas ayudará a tomar conciencia de cómo repartimos los nutrientes a lo largo de la semana. En este sentido es mejor repartir los hidratos a lo largo de la mañana y consumir pescado y verdura por la noche.

Además, los personas de la tercera edad tienen que tener un aporte regular de proteínas, vitaminas, minerales y probióticos para reforzar adecuadamente el sistema inmunológico, “si el anciano está bien inmunizado estará mejor protegido de los virus estacionales como la gripe”, comenta el Doctor Marimón.

Por otro lado, también es importante que los mayores tomen alimentos que contengan antioxidantes, que luchan contra el proceso del envejecimiento. Éstos se pueden encontrar en frutas y verduras frescas, sobre todo en las bayas, las remolachas y los tomates. Además, un alimento especialmente beneficioso para las personas mayores es el aceite de oliva, pues se ha comprobado que tiene efectos positivos sobre la memoria. Uno de los componentes del aceite de oliva extravirgen es el oleocanthal, que hace de antiinflamatorio natural.

 

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