¿Eres un buen portavoz para tu empresa? ¿Sabes comunicar?

presentation-224107_640Son muchas las personas que sienten miedo escénico ante la posibilidad de hablar en público, pero esto no quiere decir que no puedan llegar a ser buenas comunicadoras, ya que a veces se trata más de un tema de vergüenza o timidez que de una falta del don de la palabra.

 
Cuando uno es empresario tiene que aprender a explicar y defender su idea de negocio de una forma abierta, relajada, argumentada y libre de tensiones, por eso muchas agencias de comunicación no se limitan a la redacción de notas de prensa o a la gestión en social media sino que ofrecen formación para portavoces.

 
La razón es simple, puedes organizar el evento más creativo y original del año pero si quién tiene que presentarlo muestra dudas y no sabe captar la atención del público, no será un acontecimiento de éxito.

 
Nada de improvisar
Es cierto que existen personas con habilidades para expresarse, destacar o que simplemente caen bien porque tienen ese gancho especial que cautiva. Pero la mayoría tiene que formarse para hablar en público, porque por muy improvisado que tenga que parecer todo, sólo debe de serlo en un porcentaje muy pequeño.

 
Los portavoces de una empresa, institución u organización deben enfrentarse frecuentemente a las preguntas de los medios de comunicación. Saber cómo y qué responderles es clave para cualquier imagen de marca.

 
Los periodistas pueden ser muy insistentes e incisivos en determinados temas o momentos sociales y un buen portavoz nunca debe mostrarse ni ofendido, ni furioso, ni adoptar una postura defensiva. Al contrario, siempre tiene que adoptar una postura abierta a colaborar y si no puede responder a una pregunta en concreto por políticas de empresa, debe ser sincero y decirlo. Los expertos en comunicación calculan que el 85% del éxito de un portavoz depende de sus habilidades a la hora de expresarse.

 
Claves
Para que un portavoz logre meterse en el bolsillo a cualquier audiencia es importante que cuide los primeros minutos de su presentación. Usar frases rompedoras, avanzar un tema candente del que hablará más tarde o incluso hacer alguna broma hará que la audiencia le preste atención. Porque es tan importante lo que decimos, cómo la forma en la que lo hacemos.

 
Los nervios a veces nos pueden jugar malas pasadas, por eso es conveniente dejarlos a un lado y llevar la lección aprendida para darnos seguridad. Las agencias de comunicación están seguras que cualquiera puede ser un buen orador si se forma y trabaja en ello.

 
Los expertos en comunicación recomiendan a los portavoces grabarse en vídeo para estudiar, sus gestos, si tienen tics, si repiten palabras, si se muestran dudosos, etc. Normalmente visionar este ejercicio suele dar vergüenza, porque no estamos acostumbrarnos a vernos en acción pero es conveniente y enriquecedor hacerlo.

 
Es importante que el portavoz se sienta cómodo en el entorno dónde tendrá que argumentarse, por lo que un pequeño ensayo antes de la presentación puede ayudarle a relajarse.

 
Tanto en medio del speech como al acabar es conveniente lanzar alguna pregunta al auditorio, porque igual de importante es saber escuchar y atender. Además así verificaremos que nuestro mensaje se ha entendido y daremos una imagen de nuestra empresa cercana y transparente. Si hay algo que no soportan los periodistas, es toparse con ruedas de prensa en las que no se permiten las preguntas y no queremos hacernos enemigos de los medios de comunicación. Por otro lado, no permitir que nos interroguen da la sensación de que tenemos algo que ocultar y eso a nuestra imagen no le conviene.

Share