Emprendedor, tu mayor tesoro es tú idea

man-319275_640El auge de las nuevas tecnologías junto con una situación económica delicada ha hecho que muchas personas se lancen al mundo emprendedor. Porque cuándo las cosas van bien, el miedo a arriesgarse hace que se paralicen buenas ideas, pero cuándo no hay nada o casi nada que perder nos volvemos más valientes y el mundo sale ganando.

 
Estamos ante una nueva realidad, no volveremos al pasado y el escenario actual puede no parecerse en nada al que nos encontraremos dentro de 5 años. Así que al emprendedor no le queda más remedio que ser flexible, adaptarse al mercado y entender que ahora innovar es una necesidad.

 
Lo más importante es tener una idea de negocio y a partir de ahí ir buscando los mecanismos para poder hacerla realidad. En este aspecto es imprescindible pensar desde el primer momento en cómo se va a lanzar la nueva empresa, ya que uno de los errores más comunes entre los emprendedores es invertir todo lo que tiene en el desarrollo y luego darse cuenta que no queda ni un euro para hacer comunicación. En Agenciasdecomunicacion.org nunca nos cansaremos de recordar que tan importante es tener una buena idea como hacerla llegar al público objetivo.

 
La importancia del equipo
Aunque muchas veces a los emprendedores nos toca hacer de todo no podemos olvidar que lo más importante es centrarnos en el desarrollo de nuestro negocio e ir delegando otras funciones a verdaderos expertos. Por ejemplo, si contratas a un gestor para que te lleve las cuentas ¿por qué no cuentas con una agencia de comunicación que gestione tu imagen de marca?

 
La reputación de las empresas es un tema muy delicado que con la llegada de internet se ha vuelto peligroso si no se gestiona de la forma adecuada. Además aparecer en los medios de comunicación permite a las pequeñas empresas y startups competir con las grandes compañías, porque lo que lo prevalece es el interés mediático no el tamaño de la empresa.

 
Contar con un equipo preparado y solvente ahorrará muchos disgustos y recortará el tiempo que la empresa necesita para despegar. Porque no nos engañemos, el emprendedor no puede encargarse de todos los departamentos, tiene que aprender a delegar aunque eso signifique invertir.

 
A las multinacionales les cuesta mucho hacer cambios y anticiparse a la demanda, pero una startup no tiene esas limitaciones, además de que al haber nacido en la era 2.0 no tiene porque amoldarse a ciertas rutinas, porque ya sale al mercado con ellas. Así que debe de aprender a sacar partido de su carácter digital desde el primer momento.

 
Nadie dice que emprender sea fácil. El camino es largo y está lleno de baches pero la recompensa es enorme. Hacer lo que a uno le gusta, ilusionarse con su trabajo y tener la libertad de gestionar un proyecto y verlo crecer es sin duda una gran recompensa.

 
Si tienes una idea no al guardes en el cajón, al menos coméntala, discútela y acepta tanto las críticas positivas como las negativas. luego vuelve a reflexionar sobre ella,  mejora el concepto y lánzate a ello. Quién no arriesga no gana.

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