Apelar a los recuerdos es la mejor estrategia para lograr una campaña viral

gears-818464_640Cada momento que vivimos, cada nueva experiencia deja un poso en nuestro interior que condiciona nuestras decisiones futuras. El cerebro crea asociaciones a través de nuestros recuerdos y ello puede hacer que rechacemos o aceptemos algunas propuestas comerciales sin una razón aparentemente racional.

 

 
Las agencias de comunicación centran muchas de sus acciones en conseguir crear experiencias satisfactorias en los consumidores con el objetivo de generar en ellos una imagen positiva de la marca que les lleve a estrechar lazos. En este sentido los social media han multiplicado las plataformas que pueden utilizar los expertos en comunicación para llegar a enamorar a su target objetivo.

 

 
Un nuevo territorio que facilita las cosas por un lado, pero también afecta a la visión que muchas empresas tienen del valor que deben otorgarle a la comunicación, es decir, algunas compañías creen que crear una estrategia digital no es necesario o no requiere de mucho tiempo. Piensan que como todo el mundo sabe utilizar Facebook, no tienen porque invertir mucho en estos canales y se pueden permitir regatear o ir a precio cuándo buscan un proveedor que les diseñe y gestione su estrategia digital. Un gran error que no sólo les lleva a no ser eficientes en este terreno sino que les lleva a acabar gastando más de lo pensaban.

 

 
Todas las empresas quieren ser virales, pero pocas entienden la dificultad de conseguirlo. Es imprescindible que sean pacientes, pues las cifras demuestran que contra más experiencias positivas consiga una marca, más posibilidades hay de que su siguiente movimiento se alcance la viralización. Por ejemplo, ahora nadie piensa en Nespresso sin que se le aparezca la imagen de George Clooney o no pensamos en otro el color que no sea el rojo cuando alguien nos nombra a Ferrari. Unos vínculos que se han creado a través de la creación de valor y la repetición y que ahora forman parte de nuestra vida sin que nos demos cuenta.

 

 
Existen empresas que vinculas estas acciones sensoriales a regalos, como hace McDonald’s con los juguetes que incluye en sus Happy Meals, pero también pueden crearse asociaciones a través de conceptos culturales y sociales, así como aprovechar las tendencias de cada momento para extraer una vinculación con el cliente final.

 
Dicho esto, en Agenciasdecomunicacion.org estamos convencidos de que el éxito de cualquier acción viral depende del  grado de impacto emocional que posee. La clave está en no dejar indiferente, en generar reacciones positivas, de sorpresa, de incertidumbre, etc. Eso sí, estos  sentimientos se tienen que haber trabajado con anterioridad desde el campo del neuromarketing para conseguir asociarlos a la marca, sólo así de forma automática el consumidor los vinculará a la empresa.

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