Algunos apuntes clave de la comunicación

La comunicación, como concepto básico, es el proceso mediante el cual se trasmiten y se reciben distintos datos e ideas. Es el proceso dinámico entre grupos e individuos que permite un intercambio informativo y que sirve para fijar la comprensión entre los diversos agentes que intervienen.

Es importante tener en cuenta que la comunicación es eficaz únicamente cuando el receptor entiende el mensaje del emisor y es capaz de interpretarlo y crearse una idea propia. Para conseguirlo se necesitará el apoyo de un profesional, ya sea de una agencia de comunicación, de un gabinete de prensa o de una agencia de relaciones públicas, que sea capaz de hacer comprensible aquello que se quiera transmitir, como empresa, a un receptor que por naturaleza no debe realizar ningún esfuerzo por entender lo que se le dice.

La comunicación puede tener dos significados:

– El proceso de intercambio de información. Se considera que una información interviene en comunicación cuando el mensaje es significativo para el receptor y favorece un cambio de actitud temporal, o incluso definitiva. Se trata de que el emisor traslade información mediante cualquier soporte sea cual sea su contenido (mediante una nota de prensa, por ejemplo) a los medios de comunicación como periódicos, revistas, radio, televisión, etc. para que el receptor lo reciba.

– La comunicación social son todos aquellos procesos intelectuales que sirven para hacer llegar la información hasta las personas receptoras. A través del proceso de comunicación social se puede conocer el resultado y las reacciones de la sociedad respecto a un mensaje determinado, así como sus necesidades y aspiraciones.

Algunos de los elementos de la comunicación son:

– El emisor, que es la fuente que elabora y emite el mensaje, que proporciona la información;

– el mensaje, entendido como el conjunto de códigos organizados por el emisor con una intención determinada que resultan como contenido;

– el código, que son todos aquellos elementos que conforman el mensaje;

– la interpretación como proceso de descodificación de la información;

– el canal o medio, entendido como el soporte físico mediante el que se expresa o se transmite el mensaje;

– el receptor, que es la persona, individuo o grupo que recibe la información;

– la retroalimentación o feedback, entendida como la respuesta o reacción del emisor canalizada hacia el receptor; y

– el ruido o interferencias, que son todos aquellos factores que distorsionan la calidad de la señal.

El éxito del proceso comunicativo entre empresa y público dependerá, en gran medida, de la eficacia con la que se construya el mensaje. Así pues, el encargado de moldear la información a transmitir a la sociedad, ya sea una agencia de comunicación, un gabinete de prensa o una agencia de relaciones públicas, deberá seguir los siguientes requisitos:

– Credibilidad. Al recibir la información real y veraz, el receptor deberá ser capaz de descubrir fácilmente cuál es el objetivo de la labor del profesional y elimine, así, actitudes preconcebidas que deformarían el mensaje.

– Utilidad. El objetivo de la comunicación será proporcionar información que sirva a quien va dirigida.

– Claridad. Para que el receptor entienda el contenido del mensaje será necesario que se transmita con simplicidad y nitidez.

– Continuidad y consistencia. Para que el mensaje sea captado y sea posible penetrar en la mente del receptor, puede ser necesario emplear la repetición de conceptos.

– Adecuación en el medio. Para establecer comunicación con los receptores de una manera correcta será necesario emplear los canales establecidos oficialmente y buscar nuevas oportunidades comunicativas que ayuden y faciliten la emisión de la información.

– Disposición del auditorio. Se sabe que la comunicación obtiene la máxima efectividad cuando menor es el esfuerzo que realiza el receptor para captarla. Así que el profesional encargado deberá elaborar la información de la manera más asequible para el receptor.

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