Móvil en clase: ¿Prohibir o motivar su uso?

A partir de septiembre de este año 2018, la ley prohibirá a los estudiantes franceses usar los teléfonos en el colegio. El presidente francés, Emmanuel Macron, busca con esta nueva ley de ‘desintoxicación’ de los jóvenes e impulsar una generación sin adicción a las pantallas. Esta noticia ha generado debate y muchas dudas.

 

Desde enero de 2017, los trabajadores franceses poseen el ‘derecho a desconectarse’ al salir del trabajo. Esta reforma en el código laboral regula el uso de las tecnologías de la comunicación y garantiza que se respete el tiempo de descanso y de vacaciones. Ahora, este criterio se ha aplicado a las horas lectivas en escuelas infantiles, primarias y secundarias, prohibiendo el uso de los móviles.

 

La nueva regulación determina que sólo los mayores de 15 años podrán disponer de su teléfono en el colegio, siempre y cuando hagan un uso responsable y positivo del mismo. Respecto a estas edades, el Ejecutivo de Macron no ha presentado unas medidas concretas que los centros deban aplicar, ya que opina que cada centro debe actuar según su propio criterio, siempre dentro de la ley y abriendo el debate a cuál es y si existe el punto adecuado de uso en los centros educativos.

 

¿EXISTE EL USO POSITIVO? M-LEARNING: VENTAJAS Y DESVENTAJAS

 

Muchos expertos se preguntan si se puede aprovechar la dependencia de los jóvenes al uso del móvil en beneficio de su educación. Esta corriente se ha denominado M-learning. Aunque el empleo de los móviles en las aulas puede tener desventajas (deterioro del funcionamiento cognitivo, consumismo o ciberbullying), son muchos los expertos que animan a su uso como herramienta educativa por sus múltiples beneficios. De hecho, hay profesores que usan aplicaciones de mensajería para sus clases. Una de ellas es TokApp, cuyo objetivo de comunicar a colegios y padres se ha expandido no solo a otro tipo de instituciones como asociaciones y ayuntamientos.

 

Muchos docentes la usan también con sus alumnos para enviar deberes y avisarles directamente, hacer preguntas para ver quien contesta antes o crear microcuentos en los que cada alumno manda una frase diferente para añadirla a la historia general”, explica Edelmiro Justo, director adjunto de la compañía gallega.

 

La propia empresa no se sorprendió con el uso didáctico de la aplicación, ya que se protegen por completo datos como el número de teléfono y correos electrónicos, facilitando una comunicación completamente segura. “La GDPR ha respaldado totalmente nuestros valores, protegiendo la privacidad del usuario y convirtiendo la comunicación en algo serio”, destaca Justo. Además, a raíz de alertas a su soporte crearon RompeBullying, una app de mensajería que lucha contra el acoso digital, facilitando herramientas de actuación a los propios alumnos afectados.

 

Los defensores del M-learning aseguran que el uso del móvil en clase propone infinitas posibilidades para los alumnos. Pueden trabajar o comunicarse entre compañeros, mejorando así la participación y sus habilidades comunicativas. Más allá del uso de los móviles en clase como herramienta didáctica, no podemos olvidar que su función básica es la de comunicarnos. En el ámbito educativo las apps móviles han mejorado mucho el cómo enviamos y recibimos los mensajes.

 

¿A partir de qué edad regalar un teléfono a nuestro hijo? La importancia del canal colegio-familia

Como refleja el último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre ‘Equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares en España (2016)’, el número de niños que tienen móvil a una edad temprana sigue creciendo. En 2016 uno de cada cuatro niños de 10 años tenía un móvil. Hoy por hoy casi el 80% de los niños españoles mayores de 12 años tienen un smartphone propio.

 

Según los expertos, no se puede establecer una edad concreta a la que regalarle un teléfono a un niño, ya que depende de sus necesidades y circunstancias. Es importante que los padres sienten las bases de comportamiento que el niño debe cumplir en el uso del móvil, tanto antes de comprarlo como después, y educarlo en un uso responsable del mismo.

 

Para conseguir los objetivos educativos, es importante que padres y profesores mantengan unas pautas similares para favorecer el aprendizaje y evitar confusiones. Si, como defienden en TokApp, la comunicación entre colegio y familia es eficaz y segura, ¿por qué puede necesitar un alumno un teléfono en clase?

 

“Obviando la nueva tendencia del M-learning, en muchos casos la realidad familiar obliga al alumno a estar conectado. De este tema surge la cuestión de la comunicación entre el centro y las familias, que es clave en la educación de los niños. Normalmente se le presta poca atención, pero debemos ser conscientes de que los padres necesitan estar informados y el colegio conocer el contexto familiar del alumno”, señalan desde TokApp.

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