La firma de moda KOKER basa su estrategia de venta en el oído y el olfato

  • La moda a través de los cinco sentidos, así es la filosofía de esta joven marca low cost de moda femenina de calidad

  • Su seña de identidad es el Rosetón de Flechas y luces LED que atrae la atención de todas las miradas ocupando los escaparates de todas sus tiendas

  • La música y el perfume completan una estrategia empresarial basada en el marketing sensorial

  • El ambientador exclusivo de KOKER sale a la venta en una edición limitada y puntual cada Navidad

Toledo, 19 de diciembre de 2018.- KOKER, la firma de moda femenina low cost de calidad, basa en el marketing sensorial su estrategia de venta. La empresa nacida en Toledo ha desarrollado una identidad corporativa propia basándose en la música y el ambientador de sus tiendas, además de en sus diseños y escaparates. En su apuesta por la innovación dentro de un mercado maduro, la cadena ha desarrollado un espacio que se caracteriza por su olor (en venta sólo en Navidad), su música y la presentación de las prendas en ‘looks completos’, outfits completos que inspiran a las clientas como si de un personal shopper se tratara.

“La moda de España es líder en el mundo pero es un sector muy maduro en el que es difícil hacerse un hueco. En un mercado saturado, hemos logrado atraer a los consumidores gracias a una estrategia diferente basada en el marketing sensorial. Principalmente cuidamos cuatro de los cinco sentidos: vista, a través de unos escaparates atractivos basados en nuestro Rosetón de Flechas y luces LED; oído, con una música que nos identifica como marca; olor, gracias a la selección de un ambientador exclusivo que nos representa; y tacto, debido a las distintas textura con las que confeccionamos nuestras prendas”, explica Priscilla Ramírez, fundadora de KOKER.

Precisamente, el perfume característico de sus establecimientos se pone a la venta de forma exclusiva y en edición limitada en Navidad. Este ambientador con un aroma con matices amaderados recuerda al hogar, no empalaga y se impregna en la ropa. Los seguidores de KOKER esperan cada Navidad que lo pongan a la venta para que sus casas y/o armarios huelan a KOKER.

“Es un aroma confeccionado en exclusivo para nuestra marca con la intención de agradar a nuestros clientes y darle un olor único a nuestras tiendas. Gustó tanto entre nuestros clientes que nos preguntaban qué ambientador era, esto nos hizo lanzar una colección reducida en Navidad que venimos repitiendo en los últimos años debido a su gran aceptación. Ahora sus casas huelen a KOKER, qué mejor recuerdo de nuestra marca que nuestro perfume”, señala la emprendedora.

El Rosetón de Fechas y luces LED, presente en los escaparates de las tiendas KOKER, también se ha convertido en un elemento clave en la identidad corporativa de la marca y es tan representativo como su logo o aroma. La empresa ha conseguido que tanto sus colores como su disposición tras los outfits sean reconocibles por su público. “Quienes pasan por la calle se giran al ver el Rosetón porque llama mucho la atención. Además clientes que ya han comprado en nuestras tiendas nos identifican cuando abrimos un nuevo establecimiento u online justo por este elemento. Muchos no se acuerdan del nombre, aunque es bastante fácil de recordar, pero sí identifican el círculo de flechas”, asegura Ramírez.

Los emprendedores detrás de KOKER también buscaban en la música un sello identificativo de sus tiendas, sin embargo, un análisis en distintas tiendas ha ido cambiando la estrategia. “Mientras al principio apostábamos por una música comercial y actual, ahora hemos descubierto que según la ubicación del establecimiento debemos cambiar la banda sonora de KOKER. Así, por ejemplo, en Benidorm donde hay muchos turistas internacionales optamos por música popular de la década de los ’80 como Abba o Freddy Mercury; mientras en municipios con público más joven y español optamos por la música actual que suena hoy en día en la radio”, declara la fundadora de KOKER.

Aun así toda la música usada en los espacios KOKER tienen algo en común: mantienen alegre a clientes y empleado y está a un volumen medio para que no se pierda pero tampoco sature. El objetivo final es que el cliente tenga un buen recuerdo desde todos los sentidos.

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