Ahorra tiempo en el día a día con una guía de estilo para tu empresa

checklist-911841_960_720Dicen que “en una casa ordenada se encuentran antes las cosas”. Pues este dicho popular también puede aplicarse a las empresas, eso sí, ordenar requiere invertir tiempo y esfuerzo pero luego nos facilitará el trabajo. Una de las herramientas más prácticas para ahorrar tiempo y esfuerzo en una empresa es una guía de estilo, sin embargo, es una gran desconocida y la mayoría de empresas no cuentan con ella.

Una guía de estilo te ayudará a mantener consistente la identidad de marca independientemente de quién esté trabajando con ella. Básicamente se trata de un documento que enlista toda la información vital para crear cualquier recurso, página web, informe, anuncio…. de tu marca. Tener una guía de estilo ayudará a que sea más rápido y fácil crear cualquier cosa que necesite la compañía.

Piensa en el tiempo que dedicas a explicar qué colores son los corporativos de tu empresa, cómo usarlo, qué tipo de letra usáis, en qué tamaños… Con una guía de estilo eliminarás todas esas explicaciones ya que sólo tendrás que dársela a quien tenga que generar un nuevo documento. Si contratas a nuevos diseñadores, tienes una nueva agencia de comunicación, ha entrado un chico nuevo en marketing o tienes a un becario haciendo una presentación en Power Point, con una guía de estilo ganarás tiempo.

Además, seguro que alguna vez te has preguntado cómo logra tu competencia que todos sus documentos lleven siempre el logo en el sitio exacto, tengan el mismo tipo de letra y guarden la imagen corporativa a 100%. Pues esta es tu respuesta. Además, aunque tú creas saberlo todo porque tú inventaste las reglas, seguro que hay alguna vez que incluso dudas y tienes que mirar cómo lo hiciste la última vez… con una guía de estilo solo tendrás que consultarla como si fuese un diccionario.

¿Cuáles son los elementos y descripciones esenciales que debe recoger una guía de estilo?

Tamaño y ubicación del logo. El logotipo suele ser el elemento más importante de la identidad corporativa de cualquier empresa, por lo que la guía de estilo debe incluir con exactitud cómo es el diseño, dónde usarlo, dónde situarlo… si hay más de un logo o cambia según el color del fondo también debe especificarse. Por ejemplo, hay logos negros siempre que vayan impresos sobre fondos blancos o claros pero cuando se imprimen sobre colores oscuros o negro el logo es blanco.
Tipografía. Cada empresa debe reconocer al menos un tipo de letra para todos sus documentos, no es profesional entregar documentos en Arial, otros en Times y otros en Calibri. Para evitar esto, lo mejor es recoger en tu guía de estilo qué fuentes se usarán y para qué. Por ejemplo, se puede elegir una letra X a un tamaño Y para los cuerpos de texto y otra letra con un tamaño mayor e incluso otro color para los encabezados. También se puede especificar el espacio entre líneas, los bordes en las páginas, cuándo usar negrita o cursiva…
Colores. Usa códigos RGB, CMYK o Pantones para definir los colores de tu empresa y así te aseguras que el tono sea siempre el mismo independientemente de quién lo use. No queda bien que un logo sea más claro en las redes sociales, más oscuro en la web, tirando a verdoso en la tarjeta de visitas y azulado en los flyers que has repartido por los buzones. Los colores corporativos deben ser siempre los mismo y la única forma es definiéndolos a través de un código concreto de colores.
Ilustraciones. Debemos definir qué tipo de imágenes, fotos, iconografías, etc. vamos a usar en la empresa. Las ilustraciones también harán crear imagen de marca… de ahí que veamos empresas que siempre usan dibujos, otras que siempre usan fotos silueteadas, otras que optan por fondos oscuros… elige qué te representa y plásmalo en tu guía de estilo.
Internet. La imagen online es un punto clave en la Era Digital así pues es importante definir qué debe reflejar la página web, las redes sociales, el blog u otros espacios en internet.

Revisa cuando tienes un hueco en tu agenda o qué días o semana tenéis menos trabajo, dedica tiempo a crear una guía de estilo y así conseguirás que cuando vayas saturado todo sea más fácil, más rápido, en especial si buscas ayuda de fuera.

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