¿Por qué algunas marcas ven a las redes sociales cómo una amenaza?
Las redes sociales son unas excelentes herramientas de comunicación para las marcas, que poco a poco se están animando a entrar en ellas. Según el último informe realizado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, casi el 30% de las empresas formadas por 10 o más empleados cuentan con perfiles sociales, un dato que ha aumentado un 18%, respecto al ejercicio anterior. Un incremento que también se ha dado entre las microempresas, un 27% de las cuáles ya ha abierto su primera red social corporativa.
No obstante, estas cifras demuestran que aún son muchas las compañías que siguen mostrando recelo a la hora de plantearse una estrategia 2.0. El miedo a lo desconocido y sobre todo la falta de formación es lo que está haciendo que las marcas no valoraren la importancia de los social media y pisen el freno para ralentizar su entrada en el mundo digital, pese a que la mayoría reconocen que no pueden ir contracorriente y que acabarán entrando.
Beneficios
Las empresas tienen que empezar a cambiar el chip, para dejar de percibir las redes sociales como una amenaza y darse cuenta de las ventajas que puede suponer para su negocio el contar con ellas.
Estamos hablando de unos canales que mejoraran las relaciones entre marca y consumidores, pero también entre los diferentes estamentos de la compañía, mejorando así su eficiencia y productividad. En resumen, podríamos decir que son unas excelentes vías para fomentar la comunicación interna y externa.
Distracción
Las agencias de comunicación nos cuentan que entre las empresas que cuentan con perfiles corporativos son muchas las que limitan su uso dentro en horario laboral, porque las consideran un elemento de distracción para sus trabajadores. Una intranquilidad que se solucionaría al establecer unas políticas de uso responsable y que explicaran correctamente los beneficios que tienen para la empresa y lo importante que es la participación de sus trabajadores en ellas.
Los estudios demuestran que los trabajadores que participan activamente en las redes sociales de su empresa y actúan como embajadores de la misma, logran estrechar los lazos entre marca y clientes, llegando hasta su fidelización en algunos casos.
También hay que pensar que un mayor compromiso del empleado, hará que se sienta más integrado en la estructura de la empresa y aumente su rendimiento. Por lo que prohibir su uso puede ser contraproducente y generar un clima de desconfianza. Las marcas saben que exponerse en internet tiene sus riesgos y ¿qué mejor forma de protegerse que por boca de sus empleados?